domingo, 21 de septiembre de 2014

Guerrero


Me levantaré de las cenizas de mi propio ser, como un guerrero se alza desde el suelo y de su propia sangre derramada en combate. Me probaré a mí mismo, inmolaré mi espíritu hasta que no quede más que una estela de luz detrás de mis pasos, mientras con un rugido corro hacia las sombras. Soy un guerrero que lucha consigo mismo, que se enfrenta a sus demonios con decisión, aquí estoy, no mires hacia otro lado, pues el dolor me hará crecer, el sufrimiento me convertirá en un nuevo ser. Desde niño supe que este momento llegaría, el momento en que debería quebrar las barreras de la cárcel que me contenían. Mi alma se ilumina, crece y se retuerce por salir por mis labios, alzándose hacia el sol. Me convertiré en un roble, en un impenetrable muro, protegeré lo que amo, el suelo que piso, la gente que cree en mí, los espíritus que se unen al mío en un mismo impulso. Seré la espada más afilada, cortare hasta la tierra en dos por desafiar mi destino y el de los demás.

Adiós, aquí estoy, parado frente a la inmensidad, inmolado como un fénix llameante, arderé por protegerte, por verte sonreír. Consumiré hasta la última de mis fuerzas por alzarte por sobre las nubes y que observes el cielo diáfano sobre ellas. Me volveré gigante a costa de mi propia vida por destrozar al que se te oponga. Los tambores retumban mientras me levanto y arranco hasta sus raíces la basura del camino que seguiremos. Seré un guerrero, un despiadado con mi piel mientras avanzo frente a tus pasos allanando tu camino.

Un escudo de inquebrantable material, una espada de filo despiadado, un espíritu inquebrantable, todos serán espectadores de mi impulso, te protegeré hasta que se agote hasta la última de mis fuerzas, volveré del polvo cuantas veces sean necesarias para que tu felicidad sea eterna.


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