jueves, 8 de septiembre de 2011

Siempre fui para ti.



Mirando la ciudad desenvolverse bajo mi ventana, la gente inmutable alrededor de sus propias imagenes.

En las montañas que escalé, en el aire que atravesé, bajo el sudor que mi piel recorrió, dentro de las lágrimas que rodaron por mis mejillas, por las sonrisas que surcaron mis labios. Años y años, entre los edificios de esta ciudad, construyendo recuerdos, siempre fueron para ti.

Por el aire por el que fluí, a través de las nubes por las que caí, a través del país que atravesé. Me detuve frente a templos, frente el océano recé y dije tu nombre. Por que todas las cosas que he tratado de decir, nunca fueron fáciles de explicar. Siempre fueron para ti.

en formas incoloras, excentas de sombras. como colores desvanecidos en la penumbra del amanecer bajo las nubes, mientras saboreaba la brisa del mar, mientras el sol acariciaba mi piel. mientras mis lágrimas se unían a las gotas que corrían por mi frente, bajo la lluvia de un día de junio.

Esperando en un paradero, caminando a la sombra de un edificio, marcando el paso al compás de una canción,todas las palabras que murieron en mi boca sin expresar, todas las que vivieron en el papel y aquellas que esperan nacer en lo mas recóndito de mi ser, todas para ti. Siempre fueron para ti.

Estas son las mismas calles que recorriste, persigo tu presencia a través del tiempo, esperando poder regresar el reloj.

Te veo a través del minutero, mirándome desde la otra orilla de la calle, el sol en mis ojos encandila tu silueta. Gente pasa a mi alrededor, simplemente se desvanece y dejan de existir. tomo tu mano y beso tus labios, noche y día disueltos en tu lengua de la que bebo reconfortado, al abrir los ojos solo me queda el calor de tu cuerpo en mi pecho, la calle vuelve a iluminarse y el sonido aumenta. Siempre fui para ti.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Ganas de gritar.



En el alma mía entrego la voluntad y la fe. Alzo un altar a tu presencia, a la dulzura y candor con el que mi alma se apaga entre tus manos. Pues es una llama furibunda, está en la que ardo junto a tus labios. Ríos de miel rugen mientras danzamos en el ocaso. Fuego crepitando en el hogar. Vamos los dos, dulce agonía que me entregan los latidos de tu corazón. Es el reflejo de mi alma reconociendo la tuya. Elevándome a las alturas en el vaivén de tus piernas.

Todos nuestros suspiros descansando entre las olas del mar. En sus profundidades reposamos ambos, te entrego a ti a todos los hombres del hombre que se presenta frente a ti, Somos un sinfín deseosos de tu calor. Las coincidencias sumándose y desencadenándose en un breve saludo y una mirada sin aparente futuro. Episodios como eslabones de una cadena van uniéndose y encadenando tu sentir al mío.

En tu seno reposo mi frente, en rededor nadie se presenta. Somos prisioneros de la piel, pero durante instantes me fundo en ti y desaparecemos como tú y yo, nos volvemos dos notas sonando al unísono, escapando en el viento. No hay necesidad de hablar, la comprensión florece entre nuestras miradas. Reflejo mi interior en tus pupilas, sientes como quema mi mirar en tus parpados cerrados. Sabes que te observo en silencio intentando fijarte en mi recuerdo, en mi mente y mi interior.

No existe absolutamente nada más que esta sensación de ansiedad cuando tu ausencia se agrava, cuando como un enfermo necesito la medicina de tus labios para prolongar la falta del calor de tu cuerpo. Perdido nuevamente en tu infinito, mi corazón late por ti, nunca dejo de ser tuyo y nunca volverá a separarse de ti. Vino y pan, sabor a agonía.

domingo, 31 de julio de 2011

Luz y sombra.





Luz y Sombra


Ventura es el amor, pero los celos
Hielan en flor sus gratas impresiones;
Son cielos de placer las ilusiones,
Pero la realidad mata esos cielos!

Al irse á realizar nuestros anhelos
Cambia la muerte en llanto las canciones,
Y si aplaza la muerte sus traiciones
Llega la ausencia armada de sus duelos....!

Cada placer engendra una amargura,
La inconstancia es tormento de la suerte,
La ingratitud es hiel de la ternura....

¡Claro- oscuro fatal, desgracia fuerte!
Vence la negra sombra á la luz pura...
¡Hasta que á sombra y luz vence la muerte.....!



J. A Soffia. Bogota 1881

jueves, 28 de julio de 2011

Eres


Soy un torrente, por mi fluyen mis pensamientos, los sonidos y el sufrimiento.
por mi permito pasar al amor y al odio como hermanos! pues mi cuerpo no es mas que un canal,
deseo y espero con desesperacion que haya algo mas, pues si no, mi locura he confirmado en esta tierra pues sino, mi amor y mi pasion se ha vuelto parte de la incomprension. es que acaso nadie comprende hasta el punto que deseo apoderarme de ti?, acaso nadie entiende hasta que punto tu cuerpo mi alma y mi mente se desean volver una contigo?.

por que no podria verte libre una sola noche, por que te deseo a mi lado cada instante. no importa lo que haga esto ha terminado. las notas reverberan en mi ser, esperando volver a sonar.cada uno de tus movimientos me engañan, quiero neutralizar tu sentir. al borde de la locura me muevo. la demografia de este lugar es lo que tu quieres. cada maravilla de este mundo cae rendida ante tus pies. pues la fama que deseo no se encuentra en estas lineas, pues la inmortalidad que espero no esta entre el resto de este mundo si no que entre tus caderas, en el calor de tus piernas. el borde volviendo a la cercania de mi rostro, el calor de la locura se acerca. cada maravilla se derrumba, cada maravilla por la cual nadie se preocupa. luces diafanas en el cielo, luces que se vuelven tenues frente a tus ojos. nadie se preocupa lo suficiente.


la muerte parece un sendero tranquilo frente a todos estos años de agitacion, no importa como lo observe, la muerte se presente mas placentera, sin importar lo que pase, sin importar lo que sienta. . ¿Qué pasaría si te siguiera? Cada nota me impulsa mas allá, tu eras feliz sin mi, seguirás siéndolo, solo deseo compartir parte de eso. Solo deseo que entiendas que estoy hambriento de amor, todos tenemos una razón, todos tenemos un motivo impulsándonos. No deseo más que estar junto a ti.

Eres la cuerda tendiéndose frente a mí. Estoy sujetándome a ti en este momento. A ti, a ti, eres tú, lo que me mantiene firme, lo que me da agarre.

Al final libre, la misma cuerda tendida frente a mi, rota y deshecha, libre!!!!

LIBRE!!!!!



jueves, 14 de julio de 2011

Camino Torcido



Dame algo de que reír, recogiendo los pedazos de mi corazón del frio piso en el que quedaron regados. Estar contigo es el infierno, es el olvido, tiránica sonrisa impuesta en mi frente, desciendo por cada círculo intentando borrarla, esa maldita sonrisa que me mira sin dientes, confundo el fondo oscuro de la bóveda de tu boca con un terrible pozo al cual me asomo a mirar su profundidad.

Te mueves en olas, directo a mi rostro el puño abierto, abofeteas mi cara sin ningún temor. Un hilo de sangre cae por la comisura de mi labio, mientras rio a carcajadas, la mandíbula desencajada y los ojos fijos en las nubes, puedo oírte llorando desesperada mirándome sorprendida, observándome como si nunca me hubieses conocido, ves brotar de mi interior una marea de odio y fría crueldad, - estoy alegre, ¿no lo ves?- digo mientras te miro a los ojos con mi mirada gélida que se colma de desprecio.
Camino con paso firme, desgastando mis zapatos contra el asfalto, dejando mis huellas en estas calles. El alcohol se me subió a la cabeza, recuerdo tu cara de perplejidad frente a mi rostro lleno de crueldad y aun puedo sentir subir por mi pecho la calidez de mi satisfacción. Todas las maravillas del mundo van desgastándose, todo va perdiendo su luz, creíste que sería yo una excepción, que no me marchitaría frente a tu desprecio e ignorancia. El error ya es huella en tu corazón, siempre sentiste que yo era un ser inmóvil, prisionero de tus caricias y tus caprichos.

Amor por desprecio, son los caprichos de un alma torturada, lagrimas de sal que ahora bebo de tus mejillas, el tiempo que pasamos juntos masacro mi corazón, lo envejeció y lo volvió el ser crudo que es ahora. Subiendo escaleras entre los cerros, caminando mirando hacia el mar, veo el contorno de los barcos a lo lejos.

Finalmente llego al borde de un mirador, me siento en el piso mirando las luces de la ciudad y lloro amargamente las penas que cargo en mi espalda, que se esconden tras mis parpados, no lloro por tu recuerdo, lloro por ser incapaz de reconocerme a mí mismo, como un maniquí desarmado en el suelo veo como mi corazón ya no es mío, mi alma ya no me pertenece, me miro en un espejo roto y trisado y solo veo dolor e incomprensión.

Asustado cierro los ojos mientras grito, asustado de mi propio corazón, de mi espíritu encadenado al sufrimiento de un amor.

Y los niños jugando, pasan los días moviéndose al mismo compás.

viernes, 8 de julio de 2011

Rostros de quimeras.



Son bromas de sangre, gestos prestados al eterno. Nuestros rostros intentando emular nuestras almas, se esfuerzan por lograr una pobre quimera de nuestros corazones. Esclavos de nuestros cuerpos, guardianes de estas prisiones de carne. Dame un beso mientras seguimos toda la mañana en la cama, deja que mi aliento te nutra, ¿sientes como te voy llenando poco a poco? Es en ese instante en el que tus ojos se reflejan en los míos, en los que tu alma se encarna en la mía cuando por fin somos inmortales, cual escritor de renombre que pasa a la posteridad por sus obras, yo tan solo ansío ser infinito en tus manos.

Esto es solo un viaje, sigamos juntos por este angosto camino, lleno de privaciones y debilidades. No hay nada más real y angustiante que el mirar mi interior y no comprenderme ni siquiera yo mismo. Es un universo completo el que veo dentro de mi pecho, inimaginablemente grande, complejo y difícil. Rebelde no se deja controlar bajo mi mano, como las olas que chocan la orilla de la playa, furiosas por no poder desprenderse de la inmensidad de su padre, nos miran con recelo y envidia, sin saber que nosotros anhelamos el ser uno con todos, desprendernos de esta triste soledad a la que caímos desde el firmamento a estas prisiones de piel y huesos y volver a ser eternos.

Por esto me aferro a tus labios y a tu cuerpo, intento penetrar cada recoveco de tu piel con la mía, intento que mi ser te colme en un tortuoso y placentero abrazo, que recuerdes que fuiste yo, como yo fui tu. En el vaivén de las estrellas bailábamos riendo con calma y felicidad eternas, hasta que fue nuestro turno de venir aquí, me separaron de tu corazón, soy un trozo de tu ser esperando en la melancolía.

Es el completo desprendimiento de nuestras formas mientras hacemos el amor al ritmo de una canción, es la libertad que me entrega el verte morir en el placer entre mis brazos, mientras tus ojos me buscan desesperados, en ese breve instante somos libres, mientras me vierto en tu interior, las cadenas se liberan lo suficiente para entenderlo, somos eternos; esto solo es un viaje por el cual debemos transitar, el amor nos hace trascender de la carne y a cada instante nos hace soñar con el jardín primigenio del cual fuimos expulsados, todos juntos amándonos hasta el final.

lunes, 27 de junio de 2011

Te regalo

me gustaría que leyeran esto mientras escuchan esta canción, mientras se dan tiempo de ir al ritmo de cada nota.
http://www.youtube.com/watch?v=EbO74Jw7b3I&feature=related




El tiempo deslizándose alrededor, te doy una canción en las sombras de la noche, cuando más quiero y anhelo tu luz. Te recuerdo a través de los sueños como el amor de mi vida en alguna de mis vidas. Con estas manos, las mismas que hieren y hacen sufrir te regalo mi amor, ojala todas las gotas de lluvia no toquen tu piel, para que no opaquen tu sonrisa tranquila, ojala pudiese despejar las nubes que nos arremeten, para que no haya sombra sobre tu macula piel. Ojala la aurora no te distraiga para no perder nunca el brillo de tus ojos al mirar hacia mí.

E iremos juntos, yo disuelto sobre tu piel como migajas de pan, yo anhelando tu suave respiración en mis labios, dame un beso mientras estamos recostados en la cama. Normas matando al ritmo, nosotros miramos desde fuera en nuestro pequeño cristal, tomado de tu mano mirando hacia ese abismo, tú me das la tranquilidad y felicidad, el vaso medio lleno aparece frente a todo. Tu sonrisa es la que da vida a las flores, tu sonrisa es la que me da miel.

En una colina rejuvenecida por tus huellas me siento a contemplar las estrellas junto a ti, después de una eternidad estas dos mitades se volvieron a encontrar, sellando nuestros corazones en un beso suave, tierno, infinito. Reposo en tus piernas, henchido de amor. Pedazos de mi vida sin control, esquirlas de tristeza se difuminan en la dulzura de tu aliento sobre mi sien, pues tu amor se erige como la única verdad, te doy esta canción en la claridad de la mañana.

lunes, 28 de febrero de 2011

En el firmamento.


El barril del revolver aún caliente, la mano rígida sosteniendo el arma que seguía vibrante por el repiqueteo de la bala que escapó por ella. La estela de su trayectoria aún dividiendo el aire, como si una tela se hubiese rajado por el camino que recorrió el proyectil. Sangre cayendo en todas direcciones, similar a un volcán estallando con toda la furia de siglos de contención. Los rostros de sorpresa y horror de los espectadores, rompiendo el silencio, lágrimas derramándose, calientes caen por mejillas que nunca habías visto. El zumbido de un corazón, un corazón apagándose, luchando, intentando derrotar la prueba suprema, la resolución final.

Todos lo escuchaban, mientras su cuerpo describía una curva, el con los ojos abiertos mirando el firmamento, todos lo escuchaban, cada latido era perceptible para cada uno de los que lo vieron, con una fuerza sobrehumana, sentían la tensión en sus propios cuerpos, cada vez que el corazón exime volvía a contraerse en la ya resoluta batalla. Los ojos clavados en el firmamento, intentando huir más allá de lo que estaba sucediendo, negándose a aceptar el fin.

Todos los vieron, a sus padres, sus amigos, sus amores, sus enemigos, sus victorias, sus fracasos, todos vieron sus lagrimas y oyeron sus risas, agudas y dulces. Todos compartieron su dolor, mientras el joven seguía cayendo al frio asfalto de la calle. Esa noche todos murieron, esa noche el se desvaneció, antes de tocar el piso no quedaba nada de él. Todos enmudecieron, caminaron en torno al charco de la sangre que manó de su herida, mirándola con ojos vacios y desviados. El revólver toco el piso después de que todos desaparecieran.

A lo lejos, se pudo oír los latidos de un corazón, ensordeciendo a todos alrededor. Ya no quedaban estrellas en el firmamento.