Es la gota que cayó por el borde del vaso ya lleno a más no poder, suficientes conflagraciones para diez amistades, suficientes errores perdonados, suficiente paciencia malgastada en un individuo sobrevalorado. Nunca aprendiste a valorar mi compañía, cometiste la equivocación de tomarme por sentado, espero estés dispuesto a no arrepentirte de tus decisiones. Sé que en el fondo esto no te afecta ni cambia nada en lo mas mínimo, así que digamos que es una proclama para expresar la esencia de lo que pienso. Faltaste a mi amistad recurrentemente, te necesite con urgencia, respondiste dejándome una nota y apagando tu celular. Te perdone el haberme escondido cosas, valoraste mas a un estúpido recién conocido, que un amigo de una vida. Hablaste a mis espaldas en los momentos de mayor dificultad que atravesé, cuando pensé que tú estarías ahí como intente estar yo para ti, pero en cambio, solo propagaste podredumbre y rencor. Esperaste ganarte el cariño de todos, despreciando al único que te recordaba desde la infancia.
Es ahora cuando reflexiono, cavilo y analizo mi actuar. No fui ni el mejor ni el peor amigo, actué siempre bajo las circunstancias de nuestra extraña relación. Fluctuamos desde la fraternidad a una lejanía abismal. Lo único que puedo rescatar de todo es que fui fiel a tu cariño, jamás te deje en la solera cuando me necesitaste, siempre te di un espacio y compañía cuando sentiste requerirlo, cuando me lo pediste estuve ahí.
Sin más me despido, sigue tu camino como yo seguiré el mío, pues la vida es una rio que nos lleva a un océano que al fin de cuentas, terminara por distanciarnos. Me alegro de que decidiera ser yo quien finalizara esto. Saludos y suerte, hacia donde sea que te lleve tu sendero.
La vida es una comedia que termina como monologo cómico, solo que ya no nos reímos.
jueves, 29 de abril de 2010
viernes, 23 de abril de 2010
Solo un viaje.
Compartiendo tus manos, acariciando tu cabello,es el momento, el olvido y el pasado, presente y futuro.
La nada en el camino, todo en tus ojos, nada en los míos.
Este fuego está fuera de control, voy a quemar esta ciudad hasta sus cimientos
Deseo una protesta, somos la multitud enardecida, sabemos lo que hacemos.
Y cantare los blues que yo quiera, soy libre para hacer lo que sea.
Lo que sea que yo quiera hacer, lo que sea que yo quiera ser.
En realidad, no quiero saber cómo florece tu jardín, tal vez solo quiero volar.
Mientras fluyes entre mis brazos, las flores crecen en coloridos retoños
Y yo sigo mirando el cielo, que se torna verde al anochecer, tal vez solo quiero volar.
Y todo está en llamas, mientras la marcha enardecida avanza hasta mi centro.
Revueltas, desorden al ritmo de una canción, risas de alegría, danzas desentonadas.
Y viviré por siempre, en el olvido, en la penumbra de la nada, en tu pasado y en tu futuro.
Mientras el mar moja mis pies, los acaricia con dulzura, sigo queriendo volar. Estoy envuelto en un deseo que me quema, y tu me miras desde la otra acera. Contemplamos la noche, nos movemos como si fuésemos un viento distinto a los demás. Nos movemos hacia la luz, sabiendo que no hay forma de ganar. Es un viaje de placer, mientras tu jardín florece y yo comienzo a elevarme, todos nuestros deseos y necesidades, cada anhelo, sigamos, es un viaje de placer.
miércoles, 7 de abril de 2010
Termina el hueveo.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzpBSJK4wUrKq3WkxYoXz7PLzBAvdhfxHW2_DTeFMjwwQQnDTgeQMh-LnnUb7XBZfEl4MDrWyJp6t-mWY5B8DvOo8ghMmrydIkq4FVAvxzTPZmW9MzR1xQAUubUeg5X9x3W9S0mNiW-IF1/s320/clouds.jpg)
Presionado el pecho, mientras sostengo con insistencia las llaves en mi mano, se hunden en mi piel, se marcan en mi carne, las siento en mis huesos. Camino acelerado, escucho por los audífonos la misma canción que me repito tres veces, cinco veces, once veces mientras camino raudo hacia mi hogar. No quiero llegar, desearía tenerte cerca, desearía poder alejarte de mi mente. Como quisiera que un desquiciado se cruzara en mi camino justo ahora, tal vez solo para compartir opiniones, tal vez para que se sienta tranquilo, no está solo, somos varios los que estamos al borde del precipicio y miramos el fondo con inusitado interés. ¿Tengo ganas de reír?, pero mis ojos se humedecen, tal vez es el humo del cigarro que sujeto entre mis labios el que los lastima y los hace llorar. Tal vez es solo el hecho de que me siento desdichado, esta maldita pesadumbre que no se quita, que quisiera extirpar. Tal vez alguna operación pudiese removerla, cual cáncer estancado entre mis costillas. Un bypass emocional, que volviera todo simple, básico, idóneo para seguir tanta rigidez autoimpuesta. No me he cruzado con nadie, tampoco esperaba hacerlo, es tarde, debería estar recostado en mi cama intentando conciliar un sueño que nuevamente no llega. Maldita inquietud, ¿quiero largar a llorar, o quiero gritar de impotencia? Al final, solo llego a casa, saco uno de mis viejos cuadernos y escribo como un condenado, rodeado de colillas de cigarrillos fumadas hasta el filtro, tazas con conchos de café mal revueltos, un montón de azúcar en el fondo, hasta dormirme entre las palabras que me cobijan como solo ellas pueden hacerlo, pero hasta dormido siento la presión sobre mi vientre. Que mierda, es lo mismo de siempre, mañana se repite de nuevo, que todo se vaya al carajo y volvemos a empezar.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)