El horizonte me hace compañía, viendo a la gente pasar, absortos. No percibo si no estas, la luz escapa y todo es gris, excepto tu silueta al verte pasar. No hay dolor que duela más que el que siente mi alma. Una mirada, tan resplandeciente como las de antaño, hace parecer que el tiempo por fin nos ha sanado. Una marejada de recuerdos azotando mi conciencia, apretando mi garganta, retorciendo mis entrañas. Solo un instante, a la lejanía, me hundí en tus ojos. Una triste melodía que no sonara jamás.
Y el sol desciende en el horizonte, moribundo da paso a la densa oscuridad, mientras una lágrima va surcando mi mejilla en su caída, acompañada por una leve sonrisa. Es porque durante un breve momento te vi, te recordé, te añore, te ame.
2 comentarios:
buen texto, con hartos contrastes, me gusto harto, ojala que sigas publicando más seguido, que esti super d nuevo, nos vemos en la semana pequeña pancha!
Nel.-
Que bueno que hayas retomado esto de compartir algunos escritos Pancho =)
Me gusta lo que escribiste, intenso... profundo y apasionado. Que ganas de sentirlo.
Saludos, un abrazo!
Publicar un comentario